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Soneto 22

Mi espejo no insistirá que estoy viejo,
si veo en ti y en la juventud lo mismo.
Pero si en ti veo marcado el tiempo,
verán mis días, de la muerte, el ritmo.
Porque la belleza que a ti te cubre
es la vestimenta en mi corazón
que vive en tu pecho y que el mío incluye.
¿Cómo puedo ser el más viejo yo?
¡O! Por lo tanto, amor, se cuidadoso
tú también. No por mí, sino por ti
cuido de tu corazón amoroso
como aya protege a un niño hasta el fin.
Tu corazón no me puedes quitar.
Si el mío muere, el tuyo morirá.
inglés

La diferencia de edad entre ellos es obvia. El espejo es testigo de esa realidad. Pero si la realidad no se puede cambiar, se puede negar. Shakespeare se atribuye la belleza y la juventud del muchacho. De esta manera lidia con esa disparidad. Su amor los une. Son uno. Si son uno, no pueden ser diferentes. Por lo tanto, ¿cómo va a ser él más viejo? El amor lo iguala todo. Ese es su argumento. Obviamente es el argumento del corazón, que no hace sentido a la razón. Pero ahí vamos.

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