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Soneto 148

¡O, qué ojos me ha puesto enfrente el amor
que no responden a lo verdadero!
Y si responder, mi juicio falló,
al negar lo que ven ojos sinceros.
Si mis ojos falsos miran lo hermoso,
¿tiene el mundo razón para negarlo?
Porque de ser así, ojos amorosos
no ven como los hombres, al mirarlo.
¿O, pueden ojos de amor ver certeros
si de lágrimas están empapados?
No es de extrañar que lo que veo niego,
el sol tampoco ve en días nublados.
O, necio amor, que con lágrimas ciegas
ojos que, claros, tus faltas no niegan.
inglés

Este soneto está dedicado a la mujer. La razón por la cual Shakespeare no ve las faltas de la mujer es porque sus ojos están llenos de lágrimas y no ve bien. Claro, que la razón por la cual sus ojos están llenos de lágrimas, en primer lugar, es por las faltas de la mujer que lo hacen sufrir. Usa una lógica distorsionada, pero poética. Son razones del corazón que no hacen sentido a la razón, como vimos en el Soneto 22.

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