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Soneto 143

Cual señora que corre a capturar
un ave escapada del gallinero,
y suelta a su hijo, queriendo alcanzar
el ave para enjaularla primero.
Y el abandonado hijo, con tristeza,
corre tras ella porque lo ha dejado
por seguir algo que más le interesa.
Y deja llorando el niño afectado.
Así corres tú tras lo que va en vuelo
mientras yo, el niño, de lejos te sigo.
Cuando logres tu esperanzado juego,
como buena madre, vuelve conmigo.
Así ruego que vuelvas a tu “Will”.
Y, si regresas, calmes mi sufrir.
inglés

Esta alegoría campestre sirve de pausa a la intensidad de las emisiones en los sonetos anteriores. El soneto está dirigido al muchacho. En la alegoría, Shakespeare es el niño, la gallina que se escapa es la mujer, y la señora y madre es el muchacho que corre en busca de algo que más le interesa. Escuche otra versión de este soneto: “YouTube” (14:02)

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