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Soneto 142

Amor, mi falta; tu virtud, el odio.
Odias mis pecados, faltas de amor.
O, pero si los comparamos, todos
los míos merecen trato mejor.
Pero si no, no de esos labios tuyos
con vestimenta de rojo escarlata
que, como los míos, mienten a muchos,
y se roban la renta de otras camas.
Es justo que te ame como amas a otros
que hechizan tus ojos. Aunque te instigo,
ten compasión, no sea que acomodos
requiera de ti también el destino.
Buscas de otros lo que niegas conmigo.
Tu ejemplo será tu propio castigo.
inglés

Continúa pintando el cuadro de la relación con la mujer. Es un cuadro de promiscuidad sexual.

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