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Soneto 138

Cuando mi amada me jura ser fiel,
yo le creo, pero sé que me miente.
Pretendiendo mi inexperiencia ver,
mi ingenuidad ante el mundo y la gente,
con vanaglorias de mi juventud.
Cuando bien sabe que ésta ya pasó.
Yo le doy a su mentira virtud.
Cómplices en ella somos los dos.
¿Pero por qué razón ella me engaña?
¿Por qué razón también la engaño yo?
Oh, al amor, las apariencias no dañan,
y la edad en años, nunca importó.
Por eso ella consiente, y yo también,
pues las mentiras nos asientan bien.
inglés

La relación entre el autor y la mujer era disfuncional. Satisfacía la necesidad de compañía y sexo. Shakespeare vivía alejado de su esposa y su familia. Desconocemos la situación de la mujer, pero las necesidades eran las mismas. Las condiciones para una relación buena no eran favorables. Ambos eran manipuladores y de carácter fuerte. Ambos se necesitaban y se resentían a la misma vez.

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