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Soneto 101

Oh, musa cruel, cuál será tu reparo
por descuidar la verdad y belleza,
puesto que ambas dependen de mi amado.
También a ti hace digna su riqueza.
Responde, musa. Dirás con alarde:
“La verdad no requiere de color,
ni la belleza verdad que la cante.
Mejor es mejor, sin mezclar las dos.”
Por no requerir loas, ¿quedas muda?
No excuses tu silencio, pues de ti
depende que sobreviva la tumba,
y lo admiren los tiempos por venir.
Yo te enseñaré, musa, como hacerlo
para que como ahora puedan verlo.
inglés

Continúa con el tema del soneto anterior. Reprocha a la musa por descuidar al muchacho. Es la musa quien se defiende, no Shakespeare. El amor del autor puede más que la inspiración divina, puede hacer que la belleza del joven sobreviva la tumba.

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