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Soneto 96

Tu juventud y tu libertinaje,
se dice, son tu virtud y defecto.
Tú para todos eres envidiable
porque en ti lo malo se hace perfecto.
Como en los dedos finos de una reina
cualquier prenda humilde se hace preciosa,
así toda falta que en ti se vea
transformas de vicio a virtud valiosa.
¡Cuántas ovejas burlaría el lobo,
si como oveja pudiera pasar!
¡A cuantos que te ven, tú de igual modo,
burlarías con todo tu arsenal!
No lo hagas. Yo te amo de tal manera
que, al ser mío, tu conducta me afecta.
inglés

Es de interés notar que Shakespeare termina este soneto con los mismos versos del Soneto 36. En ocasiones los poetas plagian sus propios versos. Aunque esto podría indicar falta de creatividad o vagancia en el poeta, nadie se atrevería a acusar a Shakespeare de tal cosa.

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