Comparte este soneto

Soneto 69

Esas partes tuyas que el mundo ve
no requieren del corazón enmienda.
Las voces del alma te halaban también
con verdades que enemigos no niegan.
Tu exterior así con palabras pintan.
Si dicen lo que tienes merecido,
también dicen, de forma que conspiran,
lo que ven más allá de lo debido.
Pues miran la belleza de tu mente,
y allí sólo adivinan tus acciones.
Piensan, aunque los ojos no lo entienden,
que perciben olor de decepciones.
¿Por qué difieren olor y apariencia?
Porque en el suelo del vulgo te asientas.
inglés

Este soneto y el siguiente parecen estar fuera de secuencia. En ellos, Shakespeare da a entender que el muchacho le está siendo infiel, algo que ya ha hecho claro en sonetos anteriores. Recordemos que la primera duda sobre la fidelidad del muchacho la insinúa en el Soneto 24.

©Derechos Reservados 2016   Sitio Web Seguro