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Soneto 25

Los favorecidos de las estrellas
hacen alardes de sus privilegios.
Mas yo desprovisto de todas ellas,
sin ser notado, tengo lo que quiero.
En riquezas, los escogidos crecen.
Como la flor maravilla que esconde
del sol y de sí misma orgullo breve,
breve es la fortuna de algunos hombres.
Un hombre famoso por su heroísmo
después de su victoria mil pierde una.
Pierde entonces sus honores y amigos.
Y, victorias, no recuerdan ninguna.
De que amo y me aman soy afortunado
donde ni quito, ni quitan lo dado.
inglés

Shakespeare parece estar haciendo referencia a eventos históricos de sus tiempos. Sabemos que en 1601, Robert Devereux, segundo conde de Essex, fue condenando a muerte por traición. Sir Walter Raleigh, conde de Southampton, fue encarcelado por un tiempo en la prisión de la Torre de Londres en 1603, ambos hombres prominentes que cayeron en desgracia. El autor contrasta su suerte con la de esos hombres. Él es más afortunado. Su fortuna es el amor del muchacho. El cual, asegura, no pode perder.

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