Comparte este soneto

Soneto 55

Ni el mármol, ni monumentos dorados
de reyes durarán más que mis versos.
Y tú brillarás más en este canto
que en las piedras marcadas por el tiempo.
Cuando guerras devasten monumentos,
y de escultores destruyan sus obras,
ni la espada de Marte, ni otro evento
borrará tu memoria de mi loa.
A pesar de la muerte y la maldad,
marchará tu recuerdo en el espacio,
y en los ojos de la posteridad
seguirás. Y con el mundo acabado,
hasta que el juicio final te levante,
vivirás aquí y en los ojos de amantes.
inglés

Le reitera al joven la promesa de eternidad en sus versos. El argumento de más peso para que fuera Shakespeare quien mando a publicar estos sonetos lo encontramos en estos versos y en el Soneto 81. En ellos habla con una autoridad profética. Como si supiera que van a ser leídos en la posteridad. ¿Cómo es posible, entonces, que no fuera él quien los mandó a publicar? Existía en él, quizá, esta tensión emocional: proteger su reputación o inmortalizar al joven (el hombre práctico contra el hombre romántico), sobre la cual sólo podemos especular. Pero es sabido que Shakespeare fue ambos.

©Derechos Reservados 2016   Sitio Web Seguro