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Soneto 54

¡O! Cuanto más bella la belleza es
con los adornos que da la verdad.
La rosa bella, más bella se ve
con su dulce aroma y vitalidad.
Rosas silvestres de color intenso,
intenso como aroma de otras rosas,
retozan entre espinas con el viento,
y al verano le muestran sus corolas.
Pero se marchitan sin seguidores.
Sólo para sí mismas es su juego.
Se mueren. Pero no las dulces flores.
Pues perfume de su muerte hacen luego.
Así de ti, hermoso y querido joven,
con mis versos haré que te recobren.
inglés

Utiliza nuevamente, como en los sonetos cinco y seis, la imagen del perfume destilado de las flores como metáfora de la belleza que perdura a través del tiempo. En el caso de las flores, perdura la fragancia en el perfume. En el caso del joven, perdura la belleza en su poesía. Soneto 5: “De no ser por el zumo del verano que prisionero se encuentra en cristales.” Soneto 6: “Deja que tu dulzura un frasco imbuya de belleza antes que desaparezca.”

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