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Soneto 52

Soy como rico con bendita llave
que le da acceso a su dulce tesoro.
Pero no lo visita a cada instante
para no agotar su placer del todo.
Porque son las fiestas solemnes raras,
las celebradas en estos lugares,
como preciosas piedras colocadas
en anillos o en cuentas de collares.
Por poco tiempo eres cofre preciado
o ropero donde cosas escondo,
cuando de un instante hago algo sagrado,
y las cadenas de tu orgullo rompo.
Bendito tú dador de la esperanza
cuando te tengo, o cuando me haces falta.
inglés

Las imágenes que dan sentido a este soneto son imágenes de intimidad sexual. Esas imágenes merecen respeto y privacidad, no importa el tiempo que haya pasado. El lenguaje poético hace hermoso lo que podría ser, de otra manera, una descripción vulgar. El autor hace alusión a lo sagrado. No es raro que el amor divino y el amor humano se entrelacen en la poesía. Ocurre con frecuencia en la poesía mística. También ocurre en otras expresiones del arte. La escultura de Bernini, Éxtasis de Santa Teresa, representa un estado de éxtasis divino en la santa. Pero si no tenemos el contexto de que es la expresión de un éxtasis, se podría confundir con la expresión de un orgasmo.

Otros poetas también han descrito actos de intimidad sexual en sus poemas. La poetisa puertorriqueña, Julia de Burgos, en el poema, “El mar y tú”, comparte una experiencia suya, describiendo en forma poética su cuerpo y sus emociones. Segmento:


La carrera del mar sobre mi puerta
es sensación azul entre mis dedos,
y tu salto impetuoso por mi espíritu
es no menos azul, me nace eterno.


Todo el color de aurora despertada
el mar y tú lo nadan a mi encuentro,
y en locura de amarme hasta el naufragio
van rompiendo los puertos y los remos.

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