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Soneto 50

Qué pesado se hace el viaje que llevo
cuando lo que busco el viajar acaba.
Cada descanso me dice de nuevo:
“La distancia de tu amigo se alarga.”
Cansado de mi pesar, el caballo
trota resignado con las dos cargas,
cual supiera que en el momento me hallo
triste del viaje y la distancia amarga.

Las cruentas espuelas no hacen que avance

cuando el coraje arremete su piel.
Mas qué importan los gemidos que lance,
si yo sufro más que espuelándolo a él.
Sus tristes gruñidos me hacen pensar:
Mi pena, adelante; alegría, atrás.
inglés

En este soneto, Shakespeare pinta un cuadro de la realidad externa y la contrasta con sus sentimientos. El tono del poema es triste y melancólico. Se encuentra en otro viaje de trabajo o de obligaciones familiares. Una idea domina su mente: el muchacho. El paralelo entre su situación y la del caballo resalta y dramatiza las emociones y hace que el lector, sin duda alguna, sienta también por el caballo.

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