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Soneto 130

Los ojos de mi amante no son sol.
El coral es más rojo que sus labios.
Sus senos nieve de pardo color
y pelos de alambre dejan resabios.
Rosa blanca, roja y rosada he visto;
en sus mejillas, no tales colores.
Perfumes tienen aromas distintos
pero su aliento, no tales olores.
Me fascina escuchar su voz fogosa.
Mas la música es de mejor agrado.
Nunca he visto caminar a una diosa.
Mi amante camina con pies pesados.
Pero mi amada es espectacular
como aquellas que pretende imitar.
inglés

Otra versión de este soneto: “YouTube” (12:40)

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