Comparte este soneto

Soneto 93

Así viviré, cual si fueras fiel,
como un esposo engañado. Con faz
amorosa para mí, pero infiel.
Tú aquí, y el corazón en otro lugar.
Ya que no existe el rencor en tus ojos,
no se percibe en ellos ningún cambio.
Muchos con la mirada son notorios
revelando sus ánimos extraños.
Pero al nacer se decretó en el cielo
que tu rostro fuera del amor templo,
que no revelara otro sentimiento
que no fuera dulce amor, aunque incierto.
¡Cómo pareces la manzana de Eva!
Tu dulzura engaña de esa manera.
inglés

©Derechos Reservados 2016   Sitio Web Seguro